El encuentro de servidores de la vocación Marista laica, realizado del 11 al 14 de abril en la “Casa de Encuentros El Refugio” en Cali, Colombia, resonó como un profundo llamado a reavivar la esencia del carisma fundacional. La participación de 32 maristas laicos, encargados de animar las 25 fraternidades del país, junto al Hermano Hernán Gómez, evidenció la vitalidad y el compromiso que fortalece la unidad de la familia marista.
La jornada inaugural comenzó con una emotiva oración preparatoria para el XXIII Capítulo General, un momento crucial para discernir el presente y proyectar el futuro de la vocación. Posteriormente, se dio apertura al desarrollo del tema central del encuentro: “FAMILIA CARISMÁTICA EN COMUNIÓN: UN PROCESO VIVIDO Y UN HORIZONTE”. En la tarde, se llevó a cabo un encuentro fraterno con jóvenes y hermanos de la Escuela Secundaria Cristóbal Colón de Miami, durante el cual se compartieron la mesa y diversas expresiones culturales, enriqueciendo el espíritu marista con una dimensión universal que trasciende fronteras.
Durante la segunda jornada, se celebró con profunda alegría el Domingo de Ramos, una celebración guiada por el Padre Rodrigo Riascos, capellán del Colegio San Luis Gonzaga, quien acompañó la liturgia y orientó este momento centrado en Jesús como fuente y sentido de la vida. El breve retiro espiritual que le siguió ofreció un respiro revitalizador para el alma, permitiendo reenfocar la existencia en los valores esenciales del Evangelio y reafirmando a Jesús como la brújula del camino vocacional.
La metodología del encuentro, inspirada en un espíritu sinodal, resultó ser un camino enriquecedor para explorar las dimensiones de espiritualidad, fraternidad, formación y apostolado dentro de los proyectos comunitarios. A través del trabajo en pequeños grupos, se fomentó un diálogo sincero y constructivo que facilitó un valioso intercambio entre las fraternidades, fortaleciendo los lazos de comunión y enriqueciendo la identidad y misión maristas.